Died Suddenly, documental
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Unas pocas megacorporaciones dominan todos los aspectos de nuestra vida. Todo lo que hacemos, nos ponemos o consumimos depende de ellas. Este es el punto de partida del documental “Monopoly, ¿quién domina el mundo?”.
Este contundente trabajo audiovisual resume en solo una hora cómo funciona la estructura que permite que un reducido grupo de criminales a gran escala goce de la mayor concentración de poder conocida, con el objetivo de imponer una nefasta agenda global a través del miedo. Hasta qué punto llega la telaraña de este monopolio, así como sus consecuencias en un escenario de pandemia organizada como la actual, se narra en la película con un ritmo pedagógico y muy ágil por Tim Gielen.
Tim Gielen, de origen holandés, aunque ha vivido muchos años en España, ha desarrollado una carrera en campos diversos relacionados con las artes y el espectáculo. A partir de los primeros encierros forzados en 2020 decide movilizarse y divulgar sus puntos de vista para tratar de despertar a una sociedad adormilada por la manipulación mediática. Tras sufrir un rechazo frontal por parte de mucha gente, no ceja en su empeño de luchar contra lo que considera las grandes injusticias de nuestro tiempo y elabora este documental, que sirve, según sus propias palabras, como “punto de partida” para todas aquella personas que no están familiarizadas con la “peligrosa agenda detrás de la estafa covid” y con otros temas relacionados como las llamadas, de modo tendencioso, “teorías de la conspiración”. “Monopoly” es un proyecto abierto que se puede compartir sin restricciones.
Tal y como explica el documental, los fondos de inversión BlackRock y Vanguard poseen la mayoría de las acciones de miles de empresas y marcas de todos los sectores que a simple vista son competidoras entre sí. Dicha competencia no es más que una pantalla para tapar la causa del verdadero monopolio del poder que ostentan. Un caso paradigmático es el de Pepsi Co. y Coca Cola Co., dos enormes empresas matrices que aglutinan cientos de marcas de alimentos y productos procesados. En apariencia son competidoras, pero si nos fijamos en sus consejos de administración, podemos comprobar que las acciones se concentran en los mismos fondos de inversión en ambos casos. BlacRock y Vanguard poseen mucho más poder que el resto de los accionistas, por lo que la supuesta competencia entre unos enemigos históricos como son Pepsi y Coca Cola no existe. Muchas de las compañías de seguros, bancos, constructoras o tecnológicas también están en manos de estos inversores. Detrás de estas megacorporaciones y de sus vehículos inversores se esconden familias de trillonarios que en los últimos años no han visto más que ver crecer su patrimonio, y que utilizan ONGs y acciones filantrópicas de todo tipo para mover cientos de miles de millones de dólares de manera invisible. Estas organizaciones son un perfecto entramado para blanquear dinero y financiar grupos terroristas y estados enteros. Las tres fundaciones más importantes del mundo conectan todas las industrias entre sí, como explica Gielen. Estas no son otras que la Fundación Bill y Melinda Gates, Open Society de George Soros (que acaba de adquirir 18 estaciones de radio de habla hispana en Estados Unidos por un valor de 60 millones de dólares) y la Fundación Clinton. El caso de Gates es llamativo, si consideramos que viene de una guerra antimonopolio como la de Microsoft en la que mostró de todo menos humanidad y ahora, sobre todo a partir del inicio de la crisis covid, ha visto cómo aumentaba tanto su patrimonio como su reputación a fuerza de inyectar millones en grandes farmacéuticas.
Estas fundaciones saben perfectamente hacia dónde tienen que dirigir su poder: hacia los laboratorios que fabrican las vacunas, en los que confía la población asustada por las pandemias ficticias. Los Gates son los mayores mecenas de la OMS. Su ilimitada influencia no tiene otro objetivo que el de liderar un plan de despoblación y anular a los gobiernos de cada país. El Nuevo Orden Mundial que promulgan estas familias genocidas solo podrá llevarse a cabo con el apoyo de las instituciones oficiales. Para ello, tienen un poderoso aliado: la Agenda 2030 presentada por la ONU en 2015 y bajo cuyo decálogo de medidas de sostenibilidad y ecología se justifican las acciones más perversas de control y limitación de libertades hacia la humanidad. La ONU quiere reconducir el capital de las civilizaciones occidentales y entregárselo a estas corporaciones para que “reconstruyan” la sociedad después de habernos arrasado con su virus de terror y desinformación. El golpe de gracia tuvo su inicio en el Evento 201, organizado por el Foro Económico Mundial (FEM), el Instituto John Hopkins y la Fundación Gates en octubre de 2019, en el que se simulaba una pandemia que pondría en peligro las bases de nuestra civilización. Curiosamente, unos pocos meses después se desató la crisis Covid-19, con las consecuencias que todos conocemos, y el FEM, con Klaus Schwab a la cabeza, presentó un plan de redefinición de la economía bajo el título “El Gran Reinicio”.
Las élites eliminan cualquier iniciativa que suponga una amenaza para sus monopolios y su dinero. Sus planes de reconstrucción, sus ideales de sostenibilidad y paz mundial son una farsa, un circo que tiene un solo director: Gates y las familias trillonarias que dominan el mundo.
No obstante, y a pesar de lo apocalíptico que pueda parecer su contenido, “Monopoly” es un canto a la esperanza y a la libertad. Como dice Tim Gielen al final de su película: “No tendremos miedo. Somos el 99%”.
Enlaces de interés
Tim Gielen, página oficial. Sitio web donde el creador de “Monopoly, ¿quién domina el mundo?” recopila su trabajo.
Stop World Control. Una web que cuenta con la colaboración de un nutrido grupo de expertos humanistas que proveen valiosa información sobre las grandes manipulaciones a las que estamos sometidos actualmente.
La gran mentira covid. Web con información completa y tematizada sobre la estructura globalista y las medidas coercitivas que han asolado el mundo desde 2020. En la sección documentales podemos encontrar un tráiler y las versiones en inglés y en español de “Monopoly”.