No a todo el mundo le afecta de la misma manera someterse a una endodoncia, como ocurre, por ejemplo, con el tabaquismo. Una persona puede fumar durante décadas y no desarrollar un cáncer y otra puede fumar ocasionalmente y terminar desarrollando un tumor que acabe con su vida. Sin embargo, tal y como se cuenta en el documental, estos procedimientos podrían estar relacionados con enfermedades neurológicas y degenerativas, y con hasta el 90% de los casos de cáncer de próstata y el 98% de los cánceres de mama. De hecho, el doctor Bradley Nelson, quiropráctico especialista en medicina bioenergética, explica cómo en el 95% de los casos, las afectadas de cáncer de mama que se realizan un estudio termográfico presentan zonas rojas en la mandíbula, en el mismo lado que el seno dañado. El doctor en medicina natural y cirugía dental Gerald H. Smith cifra en un porcentaje que va del 70% al 90% los problemas de salud que tienen su origen en la boca. Los procesos tóxicos que se desencadenan tras las endodoncias producen que las bacterias se diseminen por todo el cuerpo y se provoquen quistes y patologías varias que pueden permanecer asintomáticas durante años. Los doctores Bradley Bale y Amy Doneen, especialistas en salud cardiovascular, que desarrollaron un protocolo reconocido internacionalmente para revertir patologías arteriales y mejorar la salud del corazón (el método Bale Doneen), no aprueban las endodoncias por ser una fuente masiva de bacterias y toxinas. La causa principal de un ataque cardiaco, indica el cardiólogo Thomas E. Levy, es un diente tratado con endodoncia. Levy critica la actitud de sus colegas cuando dan la espalda a la realidad e ignoran estas señales en pacientes que muestran analíticas con valores correctos. Stuart Nunnally, odontólogo y médico naturista, cita un estudio propio sobre 87 pacientes con tratamientos de conducto bien hechos, en los que absolutamente todas las muestras albergaban toxinas, en forma de material de desecho de las bacterias o restos de la estructura de estas. En otro estudio citado, esta vez realizado por una sociedad estadounidense de dentistas holísticos sobre 30.000 dientes sometidos a endodoncia, se descubrió que en todas las muestras había indicios de infección.

La producción menciona los estudios de Hal Huggins (fallecido en 2014), doctor en cirugía dental, máster en toxicología e inmunología y precursor de la odontología biológica que dedicó su carrera a luchar contra los tratamientos dentales con materiales tóxicos como el mercurio. El doctor Huggins halló en sus investigaciones que en los tratamientos de conducto radicular se producen más de 50 tipos de bacterias diferentes; cerca de 30 relacionadas directamente con enfermedades cardiacas como la endocarditis (inflamación de las válvulas del corazón). Boyd Haley, doctor en bioquímica, también investigó estas relaciones y el potencial de la suplementación nutricional para eliminar toxinas del organismo y mejorar la vida de los enfermos. Haley ideó su propio sistema para hallar bloqueos enzimáticos en la boca que devenían en infecciones. Un grupo coordinado de dentistas envió 5.000 muestras al laboratorio de Haley para que las analizara y el 100% resulto ser tóxico. Los experimentos incluían análisis cruzados con dientes sanos, procedentes de ortodoncias u otros procedimientos.