Holocausto Digital
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O cómo evitar que el Gobierno español destruya nuestro espíritu conquistador.
Si España no hubiera sido una nación emprendedora, nunca habría llegado a convertirse en un imperio. La reina Isabel la Católica -la inversora de venture capital a la que más admiro- tomó las visionarias ideas del emprendedor Cristóbal Colón y financió lo que en su día muchos calificaron de “locura”. Sin embargo, las tres embarcaciones españolas no solo lograron demostrar que las ideas del visionario marino eran ciertas, sino que aportaron riqueza a la corona y por tanto a la nación. Eran los tiempos de España como imperio.
Desde entonces, el emprendimiento en nuestro país ha ido en declive. Muchas han sido las justificaciones para no emprender y aún mayores son los obstáculos que se presentan para las personas que tienen una idea. Así no volveremos jamás a ser lo que éramos. Y el Estado y Hacienda son los mayores culpables.
En 2018 se crearon en España 96.289 nuevas empresas, una cifra ligeramente superior a los 95.210 nuevos negocios fundados en 2017. Así lo revela el Estudio de Demografía Empresarial 2018 realizado por Informa. El retroceso en la constitución de nuevas empresas en nuestro país contabilizado en 2017 rompía con la senda de recuperación iniciada en 2009. España vuelve a una tendencia positiva en la creación de empresas, aunque lejos de los datos anteriores a la crisis. El Índice Doing Business, que clasifica los países por la regulación para la creación y operación de una empresa local, sitúa a España en el puesto 30 de un total de 190 economías, una posición sin duda en el primer tercio, pero no óptima. Los países que impulsan y favorecen grandes empresas en su tejido económico están mejor posicionados, como es el caso de Reino Unido y Alemania en Europa.
La tasa de actividad emprendedora en España (Total Early-Stage Entrepreneurial Activity, TEA por sus siglas en inglés) ha pasado del 5,2% en 2016 a un 6,4% en la 2018, acercándose a niveles precrisis (7,6% en 2007), según datos del ‘Informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM) España 2018-19'. Sin embargo, la tasa española sigue por debajo del promedio europeo (8,7%). Asimismo, el porcentaje medio de emprendedores potenciales en el conjunto de la Unión Europea (14,1%) fue mayor que en España (6,8%). De hecho, en el último año, España resultó ser el país europeo con el menor porcentaje de emprendedores potenciales, mientras que Croacia fue el país con el mayor porcentaje (22,4%).
Un estudio de las Universidades de Berkeley y Stanford que analizó más de 3.200 start-ups cifró la tasa de fracaso de las empresas de reciente creación en el 90% y aquellas que sí tenían éxito también sufrían experiencias de crisis graves que las exponían a la desaparición.
Para emprender, no es necesaria solo una buena idea, sino un proyecto bien definido, un líder que construya un equipo capaz de llevarlo a cabo y los recursos económicos necesarios. En España, el 82% de las nuevas empresas no llegan a los cuatro años de vida.
Obstáculos al emprendimiento en España: financiación, burocracia, Hacienda y Seguridad Social y falta de educación.
Algunos de los obstáculos con los que se encuentran los emprendedores españoles son la financiación, la burocracia, los impuestos y la falta de educación, según se refleja en el informe GEM España. En el informe se puede observar que el potencial emprendedor en España aumentó entre 2010 y 2012. Durante este periodo, el porcentaje de la población adulta con intención de emprender en los siguientes tres años se duplicó, pasando aproximadamente del 6% al 12%. A pesar de disminuir en los dos años siguientes, este indicador se mantuvo relativamente alto hasta 2014. Sin embargo, desde 2015 volvió a ubicarse en torno al 6% y se ha mantenido más o menos estable hasta el 2018 (6,8%). Este indicador muestra un interés por parte de la población activa de emprender ante la falta de oportunidades en el mercado laboral.
El informe GEM evidencia que la inyección de recursos en las etapas tempranas de los nuevos negocios proviene sobre todo de los fondos propios, de la familia, de los amigos o personas cercanas. Hay un acceso difícil al escaso número de instrumentos de financiación pública y privada. De igual manera, el exceso de burocracia sigue siendo uno de los principales frenos a la actividad emprendedora en la totalidad de la geografía española desde 2009. Los impuestos y la falta de financiación suelen ser las principales causas de cierre de las empresas en nuestro país.
Algunos de los obstáculos con los que se encuentran los emprendedores españoles son la financiación, la burocracia, los impuestos y la falta de educación, según se refleja en el informe GEM España. En el informe se puede observar que el potencial emprendedor en España aumentó entre 2010 y 2012. Durante este periodo, el porcentaje de la población adulta con intención de emprender en los siguientes tres años se duplicó, pasando aproximadamente del 6% al 12%. A pesar de disminuir en los dos años siguientes, este indicador se mantuvo relativamente alto hasta 2014. Sin embargo, desde 2015 volvió a ubicarse en torno al 6% y se ha mantenido más o menos estable hasta el 2018 (6,8%). Este indicador muestra un interés por parte de la población activa de emprender ante la falta de oportunidades en el mercado laboral.
El informe GEM evidencia que la inyección de recursos en las etapas tempranas de los nuevos negocios proviene sobre todo de los fondos propios, de la familia, de los amigos o personas cercanas. Hay un acceso difícil al escaso número de instrumentos de financiación pública y privada. De igual manera, el exceso de burocracia sigue siendo uno de los principales frenos a la actividad emprendedora en la totalidad de la geografía española desde 2009. Los impuestos y la falta de financiación suelen ser las principales causas de cierre de las empresas en nuestro país.
Las políticas gubernamentales siguen ocupando las primeras posiciones en el ranking de los frenos a la actividad emprendedora en la totalidad de la geografía española desde 2009. En esta edición, los expertos españoles entrevistados coinciden en el exceso de burocracia, elevados impuestos y dispersión regulatoria según la comunidad autónoma. De hecho, las altas tasas impositivas y la falta de financiación suelen ser las principales motivaciones de cierre de empresas. Informe GEM (Global Entrepreneurship Monitor) España 2018-2019
Las normas sociales y culturales se sitúan a la misma altura que la política en la lista de impedimentos al emprendimiento. A pesar de que ha habido sensibilización, el informe GEM asegura que aún hacen falta más esfuerzos para fortalecer la imagen del empresario y de la cultura emprendedora en la sociedad. Cierra la lista de los obstáculos la educación y la formación (33,3%). En concreto, los expertos coinciden en que se requiere más orientación hacia una cultura emprendedora en las diversas etapas del sistema educativo.
El aspecto tributario es realmente diferencial en otros países con gran emprendimiento. En Gran Bretaña por ejemplo, no necesitas registrar el IVA si tu facturación es menor a 85.000 libras esterlinas, ni es necesario registrarse como autónomo si los beneficios anuales son inferiores a 1.000 libras esterlinas en un año fiscal.
Nuevo marco legislativo para startups.
El Gobierno español ha puesto en marcha el procedimiento legislativo para dar forma a una nueva normativa que regule las start-ups, el cual dotará a estas entidades de un “marco jurídico especial” que las diferencie de las pymes. La normativa busca otorgar mayor seguridad jurídica y ordenar su inversión, incentivar la captación del talento y las actividades de investigación e innovación y crear un sistema para que se puedan integrar en los sistemas productivos de las grandes compañías.
Como ya se analizó en el punto anterior, uno de los grandes obstáculos en España para la creación de start-ups son los impuestos. Este punto es una de las reclamaciones del ecosistema startup, puesto que los primeros años resultan clave para poder sacar adelante los proyectos. El Gobierno necesitará hacer una revisión fiscal en el caso de estas empresas.
De acuerdo con el emprendedor Carlos Blanco -según un informe de Accenture Strategy en el 2020- más del 22% del PIB español estará vinculado al mundo digital, por lo que pide al gobierno español que “realmente apoye el emprendimiento”. Habla de incentivar la inversión privada en start-ups, agilizar los procesos de creación empresarial, incentivar a las grandes compañías y un “régimen fiscal especial para las start-ups, ya que su nivel de riesgo e I+D está muy por encima del resto de negocios”.
El caso ‘Varsavsky’.
Que el emprendimiento hace grande a un país lo demuestran las historias de éxito. El bonaerense Martín Varsavsky fundó siete empresas en 20 años. Es un claro ejemplo del emprendedor en serie (‘serial entrepreneur’ por su popular denominación en inglés), personas con mucha capacidad para detectar nuevas oportunidades e ideas y crear varios proyectos simultáneamente siendo del mismo sector o de sectores totalmente diferentes.
Según Spain Startup en su Mapa del Emprendimiento 2018, la probabilidad de fracasar al montar una sola start-up es del 50%, pero esta cifra desciende al 26% en el caso de dos empresas, al 15% en el caso de tres, al 8% en el caso de cuatro y a un ínfimo 2% al haber montado cinco o más start-ups. En España, el 46% de los emprendedores que funda una startup repite, una cifra superior al 35% de Europa y al 45% de Latinoamérica. Con estas cifras, los emprendedores en serie buscan oportunidades de negocio, financiación y arrancan con una idea.
En España existen numerosos emprendedores en serie como es el caso de Diego Ballesteros, fundador de Ocioteca y la web para pedir comida a domicilio SinDelantal. Sus últimos proyectos, ligados al mundo de la belleza, son Miora y Bewe. También ejerce como inversor, tras más de 22 años emprendiendo y de haber lanzado cinco proyectos y cerrado tres exits (venta de la empresa).
También el barcelonés Christian Rodríguez Fornós es un emprendedor en serie. Empezó sus primeras incursiones en el mundo de los negocios con 16 años, organizando y gestionando eventos mientras estudiaba, y con 18 años creó su primera empresa. Fundador de la app de reserva de hoteles por horas ByHours y anteriormente de la empresa de eventos secretos Urban Secrets.
Conclusiones.
Para que un país pueda avanzar, es conveniente que emprenda y, como nos demuestran los datos de otras sociedades como Estados Unidos o UK y los empresarios de éxito españoles, con una vez no basta. Es necesario promover el emprendimiento en serie porque el 80% de los que lo intenten fracasará y tendrán que levantarse y volver a probar.
A pesar de que nos gustaría que no fuera así, una de las principales características de las start-ups es que pueden no salir bien, pero en mi opinión deben volver a intentarlo, pues el fracaso es parte esencial de su desarrollo y del camino hacia el éxito. Según entrepreneur.com tener la mente abierta al fracaso abre las puertas a la experimentación como método de trabajo; en una startup siempre se está evolucionando (pivotando) y los fracasos son el mejor aprendizaje para perfeccionar productos y procesos. Es necesario, por tanto, una especie de liberalismo empresarial siguiendo los principios del liberalismo económico y que sólo salga adelante el mejor y que decida el mercado.
Asimismo, las políticas para crear empresa tienen que pasar por la reducción de penalizaciones para los emprendedores, entre ellas los impuestos. Nuestras queridas Hacienda Pública y Seguridad Social – a quién a mí me gusta cariñosamente denominar La Nueva Inquisición, por eso de conmemorar los tiempos de Isabel y Colón – tiene que hacérselo mirar con este tipo de empresas según la Unión Europea. En un informe elaborado por la UE que recoge El País, se denuncia la enorme desigualdad en coste que existe todavía entre unos países y otros cuando solo las nuevas empresas nacidas en España en 2018 supusieron para el país una inversión de más de 5.300 millones de euros, un 1 % por encima de la cifra desembolsada durante el 2017.
Son todas estas cifras las que hacen necesaria una revisión de la política económica de las start ups y autónomos en España, pues la creación de un tejido empresarial privado es el único camino para que podamos volver a ser un gran imperio empresarial como supimos serlo en su momento.
Referencias:
Global Entrepreneurship Monitor: informe GEM España. – [Madrid : Instituto de Empresa, Cátedra Najeti], [2003]- — 2013- Santander : Editorial de la Universidad de Cantabria.
Acs, Z., Szerb, L. y Autio, E. (2015). Global Entrepreneurship Index 2015. Washington, D.C.: The Global Entrepre-neurship and Development Institute.
https://www.expansion.com/pymes/2019/01/02/5c2618b8468aeb721f8b4608.html
https://cincodias.elpais.com/cincodias/2017/03/29/emprendedores/1490777749_586194.html
https://www.emprendedores.es/crear-una-empresa/a26323391/gem-global-emprendimiento-espana/
https://www.gemconsortium.org/report/gem-2018-2019-global-report
https://www.businessinsider.es/consiste-ley-startups-quiere-lanzar-gobierno-361467