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La Agenda Digital europea tiene una cita urgente: la identidad digital.
Las consecuencias de la invasión de nuestra privacidad en la era digital.
Estamos perdiendo totalmente el garante de nuestra identidad, y como no resolvamos pronto esta situación se va a producir nuevamente otro HOLOCAUSTO, esta vez DIGITAL.
En un momento de nuestra historia en el que el mundo digital y físico están a punto de converger, con escenarios de smart cities, internet of things, o big data a la vuelta de la esquina invadiendo nuestra privacidad, la situación no puede ser más crítica y debemos enfrentarnos YA a uno de los desafíos más importantes del siglo XXI: volver a convertir a nuestros ESTADOS en garantes de nuestra identidad digital.
Grandes corporaciones norteamericanas se han colocado en los últimos años en la posición que antes cubrían nuestros PAÍSES, dotándonos de identidad en la nueva era digital.
Facebook, LinkedIn o Google tienen mucho más que decir acerca de quiénes somos que cualquier Estado en el espacio digital, y se están convirtiendo en los DIRECTORIOS ACTIVOS MUNDIALES en sustitución de los cuerpos Nacionales de Policía y demás organismos anteriormente garantes de nuestra identidad física.
La Policía ya no dice quién soy a través de mi DNI en el espacio de Internet. Lo hacen Google o Facebook quiénes, recordemos, son entidades con ánimo de lucro interesadas en comerciar con nuestros datos.
Nuestra identidad digital se encuentra, por tanto, secuestrada y amenazada por grandes compañías norteamericanas que violan nuestra privacidad a diario indicando a todo el que esté dispuesto a pagar por ello quiénes somos, cómo somos, por qué somos así, con quién nos relacionamos, qué compramos o dejamos de comprar, cuáles son nuestros hábitos, si tenemos capacidad de pago o si nuestro perfil o el de nuestros hijos es saludable. ¡Un escándalo!
Recordemos que estamos hablando de la IDENTIDAD de las personas, del conjunto de rasgos que nos caracterizan frente a los demás, reconocida como derecho HUMANO y FUNDAMENTAL en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en las Constituciones de los Países Europeos; por lo que debería ser garantizada y custodiada por los ESTADOS y no por organizaciones con ánimo de lucro.
Ante una situación tan crítica, nos encontramos frente a la pasividad alarmante de los Estados Europeos quiénes se encuentran regulando acerca de la ciberseguridad o la privacidad con un prometedor nuevo Reglamento de Protección de Datos, y un reglamento eIDAS de IDentidad electrónica - http://eur-lex.europa.eu/legal-content/EN/TXT/?uri=uriserv%3AOJ.L_.2014.257.01.0073.01.ENG - que, sin embargo, no regula los aspectos que aquí estamos mencionando.
Eso por no mencionar que nuestra naturaleza de Unión Europea absolutamente fragmentada pone en duda que realmente se aplique de forma exhaustiva toda esta legislación sobre la totalidad del territorio de la Unión con garantías.
Y aunque se hiciera, la LEGISLACIÓN ACTUAL EUROPEA no se ocupa de que nuestros Estados nos garanticen y custodien nuestra identidad digital como lo hacían con la identidad física, y están llevando a cabo pequeños proyectos que resuelven parcialmente el acceso a páginas web a través de la utilización de nuestro DNI electrónico, mientras se vanaglorian de no prestar servicios más allá de los mencionados.
Así, contamos en Europa con iniciativas como E-SENS - Electronic Simple Networked Services - http://www.esens.eu - para los servicios públicos transfronterizos; STORK - https://www.eid-stork2.eu - como pasarela de uso de Identidades Electrónicas europeas que permite la autenticación en páginas web, y CEF- Connecting Europe Facility - https://ec.europa.eu/digital-single-market/en/connecting-europe-facility- como Infraestructura digital.
Sin embargo, Estados Unidos -para no variar-, nos lleva la delantera con INICIATIVAS PÚBLICAS Y PRIVADAS consistentes en el desarrollo tanto de estándares como de protocolos relacionados con la Identidad Digital como SAFE BIOPHARMA, IdenTRUST, TSCP, InCommon, Open Identity Exchange, OASIS… Por mencionar unos pocos. Siendo el más importante la NSTIC – NATIONAL STRATEGY FOR TRUSTED IDENTITIES IN CIBERSPACE - http://www.nist.gov/nstic/ - promocionada directamente por el Gobierno de Obama.
Los americanos están creando un ECOSISTEMA DE IDENTIDAD desarrollando INSTITUCIONES y PROTOCOLOS DE CUSTODIA además de corporaciones que tienen ya el control de facto sobre la identidad de las personas, mientras los europeos nos enfrentamos a esta situación mirándola pasar con la misma cara que ponen las vacas al ver pasar el tren desde su prado: anonadados.
En España al menos – menos mal- andamos un poco más espabilados. Porque somos poco presumidos pero hacemos muchas cosas bien, especialmente nuestros Cuerpos Nacionales de Policía, quiénes han desarrollado una nueva versión del DNI electrónico con muchas posibilidades de convertirse en la credencial unívoca más segura del mercado sobre la que apoyarnos para, en el mundo digital, poder identificarnos igual que en el físico.
Para ello, el nuevo DNI 3.0 español, incorpora tecnología NFC – Near Field Communication, https://en.wikipedia.org/wiki/Near_field_communication – la cuál permite acercar el DNI al móvil y que el móvil reconozca el DNI sin necesidad de ningún dispositivo adicional como ocurría anteriormente.
La Policía y el legislador nacional, al equipararlo con la firma manuscrita en nuestras leyes de firma electrónica, han estado muy a la zaga de las necesidades de los ciudadanos. No sólo está bien desarrollado el DNI 3.0 como credencial sino que además tenemos la legislación adecuada para explotar todas sus posibilidades como elemento de identificación unívoca e incluso firma electrónica.
Existe, por tanto, el elemento tecnológico sobre el que apoyarnos para que el Estado vuelva a garantizarnos nuestra identidad en el mundo digital: el DNI 3.0. y entre todos debemos promocionarlo.
La situación de terrorismo actual vierte sobre nosotros la amenaza de HOLOCAUSTO DIGITAL que nos acompaña a diario. Según la “Guía sobre riesgo cibernético Allianz- http://www.agcs.allianz.com/assets/PDFs/risk bulletins/CyberRiskGuide.pdf)
- 315 MILLONES DE EUROPEOS USAMOS INTERNET TODOS LOS DÍAS amenazados constantemente por piratas informáticos interesados en usurpar nuestra identidad digital.
- Los costes anuales de ciberdelincuencia en 2015 fueron de 445 mil millones de dólares.
- Para el 2016 se espera un aumento de la frecuencia y gravedad de los ataques informáticos, del riesgo de interrupción de negocios y de la vulnerabilidad de los sistemas de control industrial.
Una situación alarmante a la que se suman grupos terroristas islámicos con ansias de destruir nuestra sociedad occidental basada precisamente en la privacidad de estos datos.
¿Se imaginan que toda esta información cayera en manos de grupos genocidas en países menos desarrollados?
Sé que es difícil imaginar un nuevo holocausto en Europa o Estados Unidos, pero el mundo no es solo occidente! Los datos de la población islámica se encuentran en manos de Facebook entre otros. ¿Se imaginan que toda la información de estas personas fuera a parar a manos de terroristas de Al Qaeda o de ISIS? ¿Se imaginan las consecuencias de los datos de todos los ciudadanos disidentes en manos de gobiernos que no otorguen garantías?
No estoy hablando de escenarios tan descabellados. Están a la vuelta de la esquina y debemos reaccionar de inmediato. Es necesario darnos mucha prisa y volver al DNI como credencial unívoca de identidad en Europa, y que los Estados nos faciliten gestionar nuestra identidad digital a través de legislación y una plataforma modulable que me permita entre otras cuestiones identificarme, acceder a mis dispositivos, custodiar el uso que las empresas hacen de mis datos y controlar mi ecosistema de identidad en ámbitos de Internet of Things, Big Data y Smart Cities.
Sólo así, en caso de riesgo, podremos estar preparados para poder reaccionar desde las instituciones y resolver de forma centralizada y a la europea una situación de amenaza en relación a la identidad digital de los ciudadanos que afecta de forma muy SERIA Y ALARMANTE A NUESTRA PRIVACIDAD y que podría terminar en un HOLOCAUSTO esta vez DIGITAL.
Así que, creo que no exagero cuando digo que la Agenda Digital europea tiene una cita urgente: la Identidad Digital 2.0.